Al abordar el tema de cómo traducir a los clásicos, debemos recordar que no sólo estamos discutiendo posiciones teóricas, sino también estrategias pragmáticas que dan forma a la experiencia de individuos concretos. (J. M. Coetzee)

Auson. Epigr. 76

Parece que en Vallebana –cosa extraña y a gatas creíble si viniera de un poeta, pero que se cuenta como verídica– un ave macho se convirtió en hembra: frente a los ojos de todos, el pavo se hizo pava. El prodigio causaba admiración, pero una voz más suavecita que la de un cordero dijo: “Tontos, ¿por qué los deslumbra el aspecto de esta nueva metamorfosis? ¿Nunca leyeron los poemas de Ovidio? Conso, el hijo de Saturno, se transformó en Cénide. El cuerpo de Tiresias era ambiguo. La fuente Salmace conoció la mitad masculina de Hermafrodito. Plinio vio un andrógino vestido de novia. En la campana Benevento, uno de los muchachos se volvió de repente una chica, cosa que tampoco pasó hace tanto tiempo. Pero no quiero traer a colación ejemplos de larga data: mírenme, yo misma, que antes era hombre, ahora soy mujer.”
.
Vallebanae, noua res et uix credenda poetis,
sed quae de uera promitur historia,
femineam in speciem conuertit masculus ales
pauaque de pauo constitit ante oculos.
cuncti admirantur monstrum: sed mollior agna
'quid stolidi ad speciem motae nouitatis hebetis?
an uos Nasonis carmina non legitis?
Caenida conuertit proles Saturnia Consus
ambiguoque fuit corpore Tiresias.
uidit semiuirum fons Salmacis Hermaphroditum:
uidit nubentem Plinius androgynum.
nec satis antiquum, quod Campana in Beneuento
unus epheborum uirgo repente fuit.
nolo tamen ueteris documenta arcessere famae.
ecce ego sum factus femina de puero'.

No hay comentarios:

Publicar un comentario