Tu áspera boca se refriega sobre los suaves besos del rubio Galeso, te acostás con un Ganímedes desnudo... Y, sí, es demasiado, nadie puede negarlo. Pero, por lo menos, conformáte con eso y dejá de frotarle el sexo con tu mano pajeadora. En los jóvenes sin barba, cuando una mano hace esto es más peligrosa que una pija, porque los dedos los vuelven viriles demasiado pronto. Enseguida empiezan a tener olor a transpiración, les crece la barba –para sorpresa de sus madres– y ya no les gusta usar los baños públicos a la luz del día. La naturaleza dividió al hombre en dos partes: una es para las mujeres y la otra para los varones. Usá la tuya, che.
basia, quod nudo cum Ganymede iaces,
(quis negat?) hoc nimium est. sed sit satis; inguina saltem
parce fututrici sollicitare manu.
levibus in pueris plus haec, quam mentula, peccat,
et faciunt digiti praecipitantque virum:
inde tragus celeresque pili mirandaque matri
barba, nec in clara balnea luce placent.
divisit natura marem: pars una puellis,
una viris genita est. utere parte tua.
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