Al abordar el tema de cómo traducir a los clásicos, debemos recordar que no sólo estamos discutiendo posiciones teóricas, sino también estrategias pragmáticas que dan forma a la experiencia de individuos concretos. (J. M. Coetzee)

Mart. 11, 73

Siempre que te lo pido, Ligdo, me jurás que vas a venir, diciéndome cuándo y dónde. Pero, después de un rato acostado, esperando de gusto, al palo por la calentura, muchas veces, te tengo que reemplazar con mi mano izquierda. ¿Qué desearte, mentiroso, ante actitudes y conductas como esas? Ojalá, Ligdo, que termines llevándole la sombrilla a una amante tuerta, como si fueras su esclavo.

venturum iuras semper mihi, Lygde, roganti
    constituisque horam constituisque locum.
cum frustra iacui longa prurigine tentus,
    succurrit pro te saepe sinistra mihi.
quid precer, o fallax, meritis et moribus istis?
    umbellam luscae, Lygde, feras dominae.

No hay comentarios:

Publicar un comentario