Damián López ha tenido la enorme amabilidad de proyectar la edición
artesanal de varias de las traducciones que tengo subidas al este blog, con su editorial "El Andamio Ediciones".
Cada ejemplar se edita a pedido, en San Juan, de manera que no estará
demasiado al alcance de los lectores bonaerenses, pero, a la vez, esto
permitirá que los textos sigan leyéndose por otros lares. El libro de
llama Traducciones de Cabotaje. Antología poética grecolatina. Si
quieren mirar de qué se trata, acá hay una muestra online. Todo mi agradecimiento para Damián, por este emprendimiento a pulmón, que me pone muy contenta.
Traducciones
de cabotaje
Imperfecta
costumbre de bordear el abismo
eludiendo
el hechizo de su oscura llamada.
Flor
Alba Uribe Marín
El término "cabotaje"
se formó a partir de la adhesión del sufijo romance "-aje" a la
palabra "cabo", derivada del latín "caput", que significa
"cabeza", pero también "parte extrema o saliente de una
superficie". La navegación “de cabotaje” era la que se realizaba bordeando
las costas y tomando como referencia los cabos situados en la orilla. Fue la
forma más frecuente de navegar en la Antigüedad, ya que los marineros sólo se
arriesgaban a surcar espacios de mar abierto cuando era estrictamente
necesario. Constituía la estrategia de navegación más segura: sólo requería
evitar el peligro de escollos próximos a la costa en determinadas zonas y, a su
vez, resultaba sumamente útil en caso de naufragio, ya que los tripulantes
podían salvarse nadando hacia tierra firme.
Actualmente, se denomina navegaciones
o vuelos “de cabotaje” a los que se desarrollan entre puntos territoriales
pertenecientes a un mismo país. Pero la expresión se utiliza también para
caracterizar de manera despectiva a diferentes sujetos o acciones, con el
propósito de indicar que su impacto, éxito o difusión se da sólo a nivel local
y no internacional. La decisión de titular este libro “Traducciones de
cabotaje” responde, precisamente, a esta última extensión semántica del
término, pero con la intención de recuperar y reivindicar su valor.
Los textos que integran la
selección incluida en esta antología son de diversa naturaleza. Algunos de
ellos han sido traducidos numerosas veces a la lengua española, por lo que
existen ya varias traducciones “de mar abierto”, con pretensiones de
neutralidad y alcance internacional entre los hispanohablantes. De otros, en
cambio, hay muy pocas traducciones a nuestra lengua, prácticamente inhallables
a causa de su poca difusión, o bien, sólo a disposición de los eruditos y
académicos. En ambos casos, el resultado es el mismo: la mayoría de las
personas ignora su existencia y tampoco conoce las temáticas –muchas veces sexuales
y escatológicas– en ellos abordadas.
Este libro responde, por un
lado, a la necesidad de abandonar la búsqueda de una variedad lingüística que
permita realizar traducciones comprensibles para todos los hispanohablantes por
igual: la orografía de cada costa es diferente y, por lo tanto, es necesario
adaptar la navegación a las particularidades de cada superficie lingüística. A
su vez, la intención de las traducciones aquí reunidas es también arrimar estos
textos, originalmente escritos en griego y en latín, hacia nuevos lectores. Aquello
que representaba un peligroso escollo para los puritanos de ayer, ya no implica
los mismos riesgos para nosotros. Es posible, entonces, aventurarnos por zonas
poco navegadas y descubrir nuevos paisajes sin temor al naufragio.
Bienvenidos a bordo.
Gabriela
Marrón
Bahía
Blanca, febrero de 2013
Qué bien por la difusión de tu trabajo, Gabriela, y
ResponderEliminartambién por estas reflexión tuya sobre el concepto (un hallazgo) de "traducción de cabotaje".
Gracias, Ana!
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