Al abordar el tema de cómo traducir a los clásicos, debemos recordar que no sólo estamos discutiendo posiciones teóricas, sino también estrategias pragmáticas que dan forma a la experiencia de individuos concretos. (J. M. Coetzee)

Homero, Ilíada 22, 386-388

Junto a las naves, muerto,
sin llanto y sin entierro,
yace Patroclo en el suelo.
Jamás me olvidaré de él,
mientras viva y mis rodillas
puedan volver a levantarse.

 
κεῖται πὰρ νήεσσι νέκυς ἄκλαυτος ἄθαπτος
Πάτροκλος· τοῦ δ΄ οὐκ ἐπιλήσομαι͵ ὄφρ΄ ἂν ἔγωγε
ζωοῖσιν μετέω καί μοι φίλα γούνατ΄ ὀρώρῃ·

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