Al abordar el tema de cómo traducir a los clásicos, debemos recordar que no sólo estamos discutiendo posiciones teóricas, sino también estrategias pragmáticas que dan forma a la experiencia de individuos concretos. (J. M. Coetzee)

Catull. Carm. 3

Lloren venus y cupidos, lloren todos,
si son hombres y sensibles, lloren todos.
Está muerto el pijarito de mi amada,
delicioso pijarito de mi amada.
Más que a sus ojitos valoraba
mi amada a ese meloso pijarito.
Fue su hijo, como madre la veía
y jamás de su regazo se movía.
Pi, pi, pi-aba, para ella nomás,
dando saltitos, de acá para allá
Y ahora camina el camino espeso
que va para abajo y no tiene regreso.
Malditas tinieblas del Orco, malditas,
que se tragan todas las cosas bonitas.
Tan hermoso pijarito me comieron…
¡Pobre pijarito! ¡Por todos los cielos!
Irrita sus ojos, llorando, mi amada,
por culpa de ustedes, que todo lo tragan.
.
Lugete, o Veneres Cupidinesque, / et quantum est hominum venustiorum: / passer mortuus est meae puellae, / passer, deliciae meae puellae, / quem plus illa oculis suis amabat. / nam mellitus erat suamque norat / ipsam tam bene quam puella matrem, / nec sese a gremio illius movebat, / sed circumsiliens modo huc modo illuc / ad solam dominam usque pipiabat. / qui nunc it per iter tenebricosum / illuc, unde negant redire quemquam. / at vobis male sit, malae tenebrae / Orci, quae omnia bella devoratis: / tam bellum mihi passerem abstulistis / o factum male! o miselle passer! / tua nunc opera meae puellae / flendo turgiduli rubent ocelli.

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