Aulo, la desgracia que ha sufrido mi amada no tiene nombre. Ha perdido aquello con lo que jugaba y se regodeaba, cosa que no puede compararse ni con la pérdida llorada por Lesbia, la amante del tierno Catulo, cuando se quedó sin las travesuras de su pajarito, ni con la pérdida llorada por Jántide y cantada por mi amigo Estela, cuya negra paloma ahora vuela en los campos Elíseos. A la luz de mis ojos no le atraen ni aquellos versitos ni estas costumbres. No es esa la clase de desgracia que conmueve el pecho de mi amada: lo que ha perdido es un esclavo de doce años, cuya pija aún no era muy larga.
Accidit infandum nostrae scelus, Aule, puellae;
Amisit lusus deliciasque suas:
Non quales teneri ploravit amica Catulli
Lesbia, nequitiis passeris orba sui,
Vel Stellae cantata meo quas flevit Ianthis,
Cuius in Elysio nigra columba volat:
Lux mea non capitur nugis neque moribus istis,
Nec dominae pectus talia damna movent:
Bis denos puerum numerantem perdidit annos,
Mentula cui nondum sesquipedalis erat.
Aclaración:
Poema relacionado con Catull. 2; Catull. 3; Mart. 1, 7; y Mart. 11, 6.
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